Espiritualidade e saúde: percepção dos idosos em situação de hospitalização e inseridos em centro de convivência

Abstract

Populational aging is a reality throughout many countries. Therefore, the increase in the elder population became a theme of debate between researchers, social managers, and politicians. The situations experienced in the context of hospitals and social groups can produce, in the elders, physical and mental changes in different levels. It can be inferred that hospitalization leads them experience suffering in the biopsychosocial and spiritual dimension and can trigger the approximation and reflection about finitude, as well as the importance of belief and hope. From this perspective, participating in social groups favors the development of feelings of belonging, and third age programs seem to contribute for the cognitive status and for participant’s satisfaction with their lives. The objective of this study was to describe the perception of hospitalized elders inserted in social centers about spirituality and its influence in their health. This is a cross-sectional qualitative/quantitative study. The study was carried out in a General Hospital on inland Minas Gerais, in an Elder Attention Unit (UAI). The population was made up by 60-year-old or older elders, from both sexes. Data collection was carried out through the application of four instruments: sociodemographic data; Mini-Mental State Examination (MEEM); semistructured interview and the Spirituality Scale by Pinto and Pais-Ribeiro. For the qualitative data, an analysis, was carried out using the Discourse of the Collective Subject (DCS), while the quantitative data was analyzed using the software Statistical Package for the Social Sciences (SPSS), version 26.0, for the processing and descriptive statistical analysis of the variables presented through absolute and relative frequencies. The study included 261 elders, 87 (33.33%) of which were inserted in the Social Unit and 174 (66.67%) who were hospitalized, 59 in the medical clinic and 115 in the surgical clinic. The sample was made up by 112 (42.91%) women and 149 (57.09%) men. Most elders were from 60-69 years old (136, 48.27%) married (124, 47.50%), religious (225, 86.20%), had income of 1 minimum wage (126, 48.27%), and educational level of 1 ├ 4 years 106 (40.61%). Regarding qualitative data, the central ideas were observed to establish categories for analysis: Contemplation; lack of knowledge; religiosity as a path to spirituality; spirituality as religion; faith/belief as a support to health needs; spirituality as a factor that does not influence health; and spirituality as a subsidy for health. Regarding quantitative data, 229 (87.73%) did not show cognitive decline, and the belief domain was more prevalent in elders who were in the Social Centers; with regard to hospitalized elders, the domains belief hope/optimism were prevalent. Excerpts from the discourses show that the elders, despite not being able to conceptualize spirituality, value the search for the sacred, making it possible to (re)build the relations with themselves, the other, and with God. Devotion, meditation, and prayer lead to an environment of positive energy which can stimulate the management and coping with diseases.

El envejecimiento de la población es una realidad actual en los diferentes países. Así, el aumento de la población anciana es tema de debate entre investigadores y gestores sociales y políticos. Situaciones vivenciadas en el contexto del hospital y en grupos de convivencia pueden producir en los ancianos cambios físicos y mentales en diferentes niveles. Así, la hospitalización puede llevar al sufrimiento en las dimensiones biopsicosociales y espirituales, quizá funcionando como gatillo para la proximidad y para reflexiones sobre finitud y la importancia de creer y tener esperanza. Desa manera, la participación en grupos de convivencia favorece el desarrollo de sentimientos de participación y pertenencia, y programas para la tercera edad parecen contribuir para el estado cognitivo y la satisfacción de los participantes con sus vidas. Como resultado, ese estudio objetivó describir la percepción de ancianos hospitalizados e insertados en un centro de convivencia sobre espiritualidad y su influencia en la salud. Es un estudio cualitativo/cuantitativo y trasversal, realizado en un hospital de clínicas en el interior de Minas Gerais, en una Unidad de Atención al Anciano (UAI). La populación incluyó ancianos con 60 años o más de los dos sexos. Se colectó a los datos aplicando cuatro instrumentos: datos sociodemográficos; Mini Prueba del Estado Mental (MPEL); una entrevista semiestructurada; y la Escala de Espiritualidad de Pinto y Pais-Ribeiro. Se analizó a los datos cualitativos con la técnica del Discurso del Sujeto Colectivo (DSC) y a los cuantitativos con la aplicación Statistical Package for the Social Sciences (SPSS), versión 26.0, para procesar y analizar con estadística descriptiva las variables presentadas por frecuencia absoluta y relativa. Participaron 261 ancianos, (33.33%) insertados en la Unidad de Convivencia y 174 (66.67%) hospitalizados, 59 en la clínica médica y 115 en la quirúrgica. La muestra incluyó 112 (42.91%) mujeres y 149 (57.09%) hombres. La mayoría de los ancianos estaban entre 60-69 años (126, 48,27%), casados (124, 47,50%), tenían religión (225, 86,20%), renta de un salario mínimo (126, 48,27%), escolaridad de 1 ├ 4 años (106, 40,61%). Con respecto a los datos cualitativos, se observó las ideas centrales y estableció las categorías de análisis: contemplación; desconocimiento; religiosidad como camino para la espiritualidad; espiritualidad como religión; fe/creencia como apoyo a las necesidades de salud; espiritualidad como factor no influenciador de la salud; y espiritualidad como subsidio para la salud. Considerando los datos cuantitativos, 229 (87.73%) no presentaban declinación cognitiva, el dominio creencia fue más prevalente entre ancianos del centro de convivencia, y el dominio creencia esperanza/optimismo fue más prevalente en los ancianos hospitalizados. Recortes de los discursos muestran que los ancianos, aunque no consigan conceptualizar espiritualidad, expresan una valorización de la búsqueda por el sagrado, tornando posible la (re)construcción del relacionamiento consigo mismos, con el otro, y con Dios. Devoción, meditación y oración ofrecen un ambiente de energías positivas que pueden servir como estímulos para el manejo y enfrentamiento de las enfermedades.