Violência sexual e a correlação com iniquidades sociais e sanitárias, 2016

Abstract

Sexual violence is an important public health problem due to its high prevalence, being defined as any sexual act or attempt at having sexual intercourse without explicit consent, practiced by anyone independently of the person’s relationship to the victim, in any setting, including but not limited to home or work environment, in an abusive power relationship between people with unequal powers of knowledge, maturity, strength, resources and strategies. This study aimed to verify how thorough is the information contained in the charts for the notification of domestic, sexual and/or other interpersonal violence at SINAN; to describe the epidemiological profile of sexual violence cases notified in the state of Minas Gerais in 2016, according to gender and age group; to verify the incidence of sexual violence and the ratio of gender per age group; identify and solve the sociodemographic, economic and health service coverage indexes in the cities of the state of Minas Gerais; to verify the correlation between the incidence of sexual violence and the sociodemographic, economic, and health service coverage/strategy context indexes in health services in municipalities of the state of Minas Gerais. This is a cross-sectional, quantitative and retrospective study. It was developed through the aid of the secondary data bank of SINAN, made available by the State’s Health Secretariat (SES)/MG, regarding the notifications of sexual violence in 2016. Descriptive statistics was used to analyze the data, calculate the rates of sexual violence incidence, the ratio per gender and coefficient of Spearman’s correlation. In Minas Gerais, in the year 2016, there were 1996 notified cases of sexual violence. The completeness in the forms of the variables analyzed were 85.1%, most victims were women (85.4%) from 10 to 14 years of age (21.5%), brown skinned (38.2%), having a level of formal education varying from the fifth grade to an incomplete eighth grade in elementary school (15,1%). In most cases the victim knew the aggressor (58.9%). The ratio of sexual violence per gender (female/male), according to age group, varied from 3.30 (in the age group from 0 to 9 years of age) to22.07 (in the age group ≥ 60). The prophylaxis of sexually transmitted diseases was conducted in 30% of cases and emergency contraception in 18.6%. Identified sociodemographic, economic and health service coverage indexes were: community health agent coverage, family health strategy coverage, IDHM (income, longevity and education, Gini index and illiteracy levels, the latter being the only one with a positive correlation to the incidence of sexual violence. The analysis of the association of the sociodemographic and exposition profiles of people who suffered sexual violence when it comes to their aggressors, it was found that when the aggressor was the stepfather the aggression was associated to education levels from absent to the fourth grade, brown skin and the aggression took place at the victim’s home. When the aggressor was the father, the most common response regarding place was “unknown”, followed by the victim’s home, the age group varying from 0 to 9 years of age, male victims, who did not suffer physical or psychological violence, in municipalities with between 200 and 500 thousand inhabitants. Unknown aggressors were associated to white 15-year-old or older women, educational level ranging from the fifth grade to higher education. In this case, the sexual violence only took place once and it happened in a public location. Sexual violence requires special attention from researchers, governors and of all society, so that changes in this regretful reality can occur. Health services must optimize actions that involve the process of case notification and the articulation with the network for the assistance and protection of the victims. Special attention should be given to post-exposure prophylaxis in cases of sexual violence, especially in primary and acute cases.

La violencia sexual es considerada un importante problema de salud pública en el mundo por su alta prevalencia. Es caracterizada por cualquier acto sexual o tentativa de hacerlo sin que haya consentimiento claro, practicado por cualquiera, no importa cual su relación con la víctima, en cualquier escenario, incluyendo, pero no se limitando, al ambiente doméstico o al de trabajo, en una relación de poder abusiva por envolver personas con poderes desiguales de conocimiento, madurez, fuerza física, recursos o estrategias. Los objetivos de este estudio fueron verificar como completas son las informaciones de los bancos de datos de los formularios de notificación de violencia doméstica, sexual y/u otras violencias interpersonales en SINAN; describir el perfil epidemiológico de los casos de violencia sexual notificados en el estado de Minas Gerais en el año 2016, de acuerdo con el género y la edad de las víctimas; calcular la incidencia de violencia sexual y la razón aritmética de sexo por grupo de edad; identificar y elegir los indicadores sociodemográficos, económicos y de cobertura de los servicios de salud de los municipios del estado de Minas Gerais; verificar la correlación entre la incidencia de violencia sexual y los indicadores de contexto sociodemográfico, económico y de cobertura/estrategia de los servicios de salud y en los municipios del estado de Minas Gerais. Esta es una investigación transversal, cuantitativa y retrospectiva, desarrollada por medio del banco de datos secundarios del SINAN, fornecidos por la Secretaria de Salud del Estado (SES)/MG, referentes a las notificaciones de violencia sexual en 2016. Para analizar a los datos, se utilizó la estadística descriptiva, cálculos de las tasas de incidencia de violencia sexual, razón aritmética de sexo y coeficiente de la correlación de Spearman. En Minas Gerais en 2016, ocurrieron 1996 casos notificados de violencia sexual, los formularios estaban en media 85,1% rellenados, la mayoría de las víctimas eran mujeres (85,4%) entre 10 y 14 años (21,5%), piel parda (38,2%), que habían estudiado del quinto al octavo año de la enseñanza fundamental (15,1%), y conocían a susagresores (58,9%). La tasa de incidencia de violencia sexual por sexo (femenino/masculino) fue de 3,30 (entre las víctimas con de 0 a 9 años) hacia 22,07 (en el grupo con más de 60 años). La profilaxis cuanto a enfermedades sexualmente transmisibles fue conducida en 30% de los casos y la contracepción emergencial en 18.6%. Los indicadores sociodemográficos, económicos y de cobertura de los servicios de salud identificados fueron: cobertura de agentes comunitarios de salud, cobertura de estrategia salud de la familia, IDHM (ingresos, longevidad y educación), el índice de Gini y la tasa de analfabetismo, siendo que esta última es la única a tener una correlación positiva con la tasa de incidencia de violencia sexual. El análisis de la asociación entre el perfil sociodemográfico y de exposición de las personas que sufrirán violencia sexual en relación a su agresor se verificó asociaciones, cuando el agresor era el padrastro, con escolaridad de nula hacia la cuarta serie, piel parda y local de la violencia como la casa de la víctima; cuando el agresor fue el padre, el local de la ocurrencia en la mayoría de los casos fue desconocido, seguido por las ocasiones en que ocurrió en la casa de la familia, las víctimas tenían de 0 a 9 años, eran hombres, y no sufrieran violencia psicológica o física, en municipios de 200 a 500 mil moradores. Agresores desconocidos eran en su mayoría asociados a mujeres blancas con 15 años o más, con educación que variaba de la quinta serie hacia la universidad. En esos casos, la violencia ocurrió solamente una vez y fue en local público. La violencia sexual requiere una atención especial de los investigadores, gobernantes y de toda la sociedad para que a esta triste realidad se pueda cambiar. Los servicios de salud necesitan optimizar las acciones relacionadas al proceso de notificación de los casos y a la articulación con la red de asistencia y protección de las víctimas. La profilaxis posterior a la exposición necesita recibir atención especial, en los casos de violencia sexual, especialmente en los primarios y agudos.